
Pío XI no toleró los errores del fascismo ni del comunismo, sino que proclamó las verdades del catolicismo . Porque la Iglesia es lo bastante fuerte para no callar nunca ante el error, aun cuando, humanamente, parezca más desprovista de vigor. Su fuerza es Nuestro Señor Jesucristo, y sólo Él . Y aunque Pío XI tuviera que enfrentarse simultáneamente al fascismo y al comunismo y aunque estuviera tan desarmado como el Papa San León ante Atila, no tendría nada que temer. -Nuestra táctica no es ni la timidez ni el conformismo . Esta actitud desagrada ¿verdad? ¿Provoca aplausos hipócritas y despreciables de la izquierda? No importa. Lo que queremos es seguir el ejemplo de Pío XI .