“Nuestra Señora llora por los pecados de la humanidad y predice un castigo.

Deberíamos estar convencidos de que fuimos elegidos para estar entre los pocos que escuchan la voz de Nuestra Señora y esperan el castigo que ella predijo. Estos queridos deben dar prueba de su amor. Deben dar prueba de su fidelidad antes de que se cumpla la palabra de Dios. Esta es la situación en la que nos encontramos. No sé cuántos años debemos esperar para que se cumplan las promesas de La Salette y Fátima. A veces pensamos: “Ahora tiene que venir, porque es imposible que la situación empeore”. Entonces, no llega. El cielo tormentoso libera solo unas gotas de lluvia y las nubes se disipan. Nuevamente el cielo se torna tormentoso … La gente se ríe de nosotros. Deberíamos recordar a Noé. Cuando finalmente cayó la lluvia, fue el diluvio.

Confiar contra todas las apariencias y creer después de todos los retrasos es lo que Dios requiere de aquellos con quienes Él elige hacer su alianza. Esta es la gran enseñanza de La Salette. Este es el espíritu que debemos pedir recibir en el día de la fiesta de Nuestra Señora de La Salette: tener una confianza ciega en su promesa y estar seguros de que su cumplimiento llegará.” PCO

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