Quien odia el Rosario odia a Nuestra Señora, y quien odia a Nuestra Senora es un hijo de las tinieblas.
El rosario diario es una gran garantía de perseverancia y fidelidad final para los tiempos que vienen por delante cuando las profecías de Fátima se cumplan. La victoria en nuestro Lepanto cotidiano está ligada a la recitación del rosario.
Una característica de la devoción al Rosario es que los fieles se adhieren a él por una especie de instinto, sin saber exactamente por qué. Todo aquel que tiene Fe es favorable al Rosario, todo aquel que tiene buen espíritu se adhiere al Rosario, y ninguna discusión es necesaria para inducir a los católicos a gustar el Rosario.
-Prof Plino en el Rosario