En un día como hoy 13 de diciembre día en que el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira nació, la Sociedad Ecuatoriana Tradición y Acción aprovecha la oportunidad para dar merecido homenaje a nuestro inspirador y a su vez dar a conocer la gesta que este memorable varón católico, gran devoto y apóstol de los mensajes y revelaciones de la Santísima Virgen de El Buen Suceso, desarrolló durante toda su vida.
El profesor Plinio Corrêa de Oliveira, notable como pensador, escritor y hombre de acción, justifica enteramente en el contacto personal la impresión que causa el estudio atento de su vida y de sus obras. Su simple presencia como figura de relieve de la vasta familia de las 26 TFPs que existen en los cinco continentes, es una garantía insuperable de fidelidad a la Santa Iglesia y a la Santa Sede, de las cuales es ardiente devoto.
Nace, bien dotado personalmente, en Sao Paulo el 13 de diciembre de 1908, de una noble familia brasileña, de buena posición social y acendrada tradición católica. Su madre, Dña. Lucilia se preocupó esmeradamente por la vida religiosa de Plinio: «Mamá me enseñó a amar a Nuestro Señor Jesucristo y a la Santa Iglesia Católica».
En su adolescencia percibió sagazmente el ambiente de acomodación moral e indiferentismo religioso que se iba extendiendo en São Paulo en contraste con la educación católica que le habían dado sus padres y optó, ya desde entonces, por la militancia en pro de la Civilización Cristiana amenazada. En 1928, joven universitario de 19 años, participa en el Congreso de la Juventud Católica, donde entra en contacto con las Congregaciones Marianas. Enseguida destacó como conferenciante y hombre de acción.
“Siendo aun muy joven, consideré con amor
y veneración las ruinas de la Cristiandad,
A ellas entregue mi corazón;
di la espalda a mi futuro,
y hice de aquel pasado comaldo
de bendiciones mi porvenir”.
Plinio Corrêa de Oliveira
En poco tiempo se convirtió en el principal líder del Movimiento Católico en Brasil. En 1929, durante el cuarto año de carrera en la Facultad de Derecho, funda, con otros adscritos a las Congregaciones Marianas, la Acción Universitaria Católica de rápida expansión en la juventud de São Paulo. Su acción se dejó sentir pronto en la vida nacional, pues en 1934 es el diputado más joven y más votado en la Asamblea Constituyente. Su obra de 1943 En defensa de la Acción Católica, fue acogida con los máximos elogios por Pío XII y Pablo VI. Logró detener la infiltración del progresismo izquierdista en la Iglesia brasileña.
El segundo gran momento de la vida del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira fue la docencia-apostólica. Asumió la Cátedra de Historia de la Civilización y de Historia Moderna y Contemporánea. De su amplio y profundo saber dan fe sus numerosas publicaciones, donde son de admirar sus penetrantes análisis filosófico-teológicos de la historia del pensamiento. Su gran obra Revolución y Contra-Revolución, editada por primera vez en 1959, y la más reciente y documentadísima Nobleza y élites tradicionales análogas (1993) traslucen fehacientemente su gran categoría de historiador, de filósofo y de gran apologista del pensamiento católico a la vez que de eximio representante de la Nobleza europea-americana. Como instrumento de divulgación lanzó la revista mensual de cultura Catolicismo, de la que fue el principal colaborador hasta sus últimos días.
La obra maestra del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, fuen la fundación, en 1960, de la Sociedad Brasileña de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad (TFP). El es también el fundador e inspirador de la gran familia de las TFPs establecidas actualmente en 32 países de todos los continentes. Sus estandartes son la más aguerrida proclamación de los valores de la Civilización Cristiana. Las TFPs constituyen efectivamente la programada Contrarrevolución ideada por el Dr. Plinio en la profética obra aludida Revolución y Contra-Revolución. Se trataba de hacer frente a las revoluciones anticristianas de 1789, 1917 y 1968. La contrarrevolución a la Revolución Comunista de 1917 tuvo su más sonado éxito en 1989, a los doscientos años de la Revolución Francesa, con el derrumbamiento del bloque comunista al que venía apuntando la TFP, aportando su esfuerzo a la innegable intercesión a la Santísima Virgen, a la que invocan constantemente con el rezo del Santo Rosario. El libro del Dr. Plinio El Socialismo autogestionario (1981), con una tirada de treinta y tres millones y medio de ejemplares, difundido en 52 países, y el otro anterior La Iglesia ante la escalada de la amenaza comunista (1976), constituyeron una eficaz contrarrevolución del comunismo anticristiano «de rostro humano» y a su infiltración en los medios católicos. A ello hay que añadir la eficaz campaña Pro Lituania de 1990, con más de cinco millones de adhesiones.
Otro punto luminoso de la trayectoria vital del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira fue su fidelidad al Magisterio de la Iglesia y la constante difusión del mismo en sus obras y conferencias. Su obra La libertad de la Iglesia en el Estado comunista, en diez idiomas, recibió el merecido elogio del Prefecto de Seminarios y Universidades cardenal Pizzardo. A este respecto es necesario testificar el hecho trascendental de la vida religiosa del Dr. Plinio de oblación silenciosa, singularmente en los momentos de las contradicciones y de las enfermedades bien aceptadas, ofrecidas a Dios, en consciente comunión con el Cuerpo Místico de Cristo.
«La Santa lglesia Católica es la luz de mis ojos». Le dolían profundamente […] las herejías, dudas, confusiones y rebeliones dentro de la Iglesia en los últimos años. Él se ofreció expresamente como víctima reparadora, y su oferta fue aceptada. La caballerosidad aristocrática, humilde, magnánima y emprendedora, tan bien diseñada en su libro sobre La Nobleza, tuvo una buena realización en este gran hombre.
Digamos, finalmente, que el hecho más íntimo, personal y valioso, brevemente expresable, que dio el más profundo sentido y motivación a su vida y acción, fue la entrañable devoción a la Sagrada Eucaristía y a la Santísima Virgen, a la que se consagró como esclavo desde su juventud. La comunión diaria y la recitación del Santo Rosario es la gran herencia que han recibido del Dr. Plinio sus seguidores.
«Dichoso el varón que no anda en el consejo de los impíos, ni camina por las sendas de los pecadores ni se sienta en compañía de los malvados. Antes tiene en la Ley de Yavé sus complacencias y a ella día y noche atiende. Este será como árbol plantado a la vera del arroyo, que a su tiempo da sus frutos, cuyas hojas no se marchitan» (Salmo 1,1.3)