Plinio Correa de Oliveira
Comentarios sobre pensamientos de
San Juan de la Cruz
Santo del día, 23 de noviembre de 1965
San Juan de la Cruz (* 1542 – 14/12/1591), Confesor y Doctor de la Iglesia. Correformadora de la Orden del Carmo, con Santa Teresa de Jesús, distinguida contemplativa
He aquí algunas frases de San Juan de la Cruz que se proponen para nuestra consideración esta noche, y son las siguientes:
“ No te conocí, mi Señor, porque todavía quería saber y gustar pequeñeces. Mi espíritu se ha secado porque se olvidó de alimentarse de Ti ”.
¡Es una verdadera maravilla! El amor por las bagatelas es una de las cosas más arraigadas en la humanidad. E incluso cuando se trata de analizar un asunto serio, la tendencia es considerarlo desde el punto de vista de las nimiedades.
Pues bien, San Juan de la Cruz dice con mucha propiedad que quien gusta de las menudencias no puede gustar a Dios. ¿Porque razón? Porque no es posible que nos gusten dos cosas opuestas y contrarias al mismo tiempo. Dios es infinito, supremo, insondable, trascendente. La bagatela es todo lo contrario, es la cosita, la bagatela.
La consecuencia no debe ser tomar una actitud frívola ante esto: “¡Ah! Así que no hay remedio, porque me gustan tanto las pequeñeces que nunca las soltaré…”. El resultado es diferente. Decir : “Dios mío, líbrame de las pequeñeces, dame tu espíritu, tu Espíritu Santo que me hará sentir grandes cosas y me hará temer las pequeñeces”. En el Evangelio, Nuestro Señor da un ejemplo que muestra que de las oraciones que se hacen a Dios, la que con mayor certeza es tendida es aquella a la que pedimos el buen espíritu, el Espíritu Santo, en oposición a bagatelas y bagatelas. Entonces de eso se trata de preguntar. ¡Es, pues, una frase espléndida de San Juan de la Cruz!
“ Mi espíritu está seco, porque se olvidó de alimentarse de ti ”. ¿Qué es el espíritu que se alimenta de Dios? Así le gusta pensar las cosas de la Iglesia Católica, los temas de la Religión Católica, la doctrina y la vida de la Contrarrevolución, que son expresiones de la Iglesia Católica, de la Doctrina Católica. Este es como una oveja que se alimenta de hierba divina, cosas divinas.
“ El alma que se une a Dios infunde temor al diablo como a Dios mismo ”. ¡Qué hermosa declaración! De hecho, vemos que el diablo teme al contrarrevolucionario y lo odia por miedo. Se estremece ante el verdadero contrarrevolucionario, porque éste está unido a Dios.
“ El sufrimiento más puro trae y produce el entendimiento más puro ”. ¡Otra magnífica propuesta! Es decir, sólo aquellos que saben sufrir hasta el final entienden las cosas hasta el final. Estos entienden. Quien no sabe sufrir hasta el final nada comprende.
“ El que confía en sí mismo es peor que el diablo ”. Difícil, ¿eh?… Y confiar en ti mismo significa lo siguiente: “No, no necesito pedírselo a Nuestra Señora, porque puedo hacer eso”. Por ejemplo, la virtud de la castidad. “Puedo hacerlo yo solo. ¡Yo, ante la próxima ocasión de pecado, sé que soy un coloso! No necesito evitarla, ni pedir ayuda cuando se presenta porque son una beataria que sigue preguntando. Pero yo , con mi fuerza de voluntad y mi inteligencia , no necesito preguntar. ¡A tiempo, lo afronto ! ” … “Lo enfrento”, quiero decir, ¡se estrella contra el suelo ! C luego el caballo y el jinete y -según una expresión arcaica que conocía- “se cayó de espaldas y se rompió la nariz”. Es decir, la caída fue tan grande que le llegó hasta la nariz. ¿Porque? Porque confiaba en sí mismo.
“ Quien obra con tibieza está cerca de caer ”. Es otra cosa obvia. Hace algún tiempo alguien dijo: “Fulano de tal – en el fondo era un cumplido para sí mismo – es tibio, pero tiene mucha razón”. Pensé: es “muy correcto”… ¡Realmente se está desmoronando! Es lo mismo que levantar a un moribundo, mirarlo y decirle: “está vivo y entero, no murió”. Pero la vida te está dejando, dejándote de lado. ¿Cómo es esta historia?
“ Mejor es vencer la lengua que ayunar a pan y agua ”. Realmente es verdad. Pero, ¿cuál es la mayor victoria que una persona necesita tener con respecto al idioma? La primera es no decir cosas impuras. La segunda es no decir algo que represente una debilidad ante el mundo, así como expresar bromas, bondades, actitudes que den la impresión de que somos hijos de este mundo. Esto es lo que se trata de no decir y es esta victoria sobre el lenguaje la que está a punto de lograrse.
“ Es mejor sufrir por Dios que hacer milagros ”. ¡Qué cierto es esto! Puedes encontrar personas que realizaron milagros y fueron al infierno. No encuentras personas que sufrieron toda su vida por Dios y fueron al infierno. No es posible. Y el milagro más grande, el milagro más evidente, es el milagro del hombre que sufre en todos los sentidos, pero sufre por Dios y no retrocede de su sufrimiento. Ese es el milagro. De tal manera que sólo tenemos que considerar como verdadera también esta frase: realmente es mejor sufrir por Dios que hacer milagros.
