Plinio Corrêa de Oliveira era un gran devoto del Sagrado Corazón de Jesús, que llevaba a donde quiera que fuere la radicalidad y el amor fulgurante que irradia el Sacratísimo Corazón de Nuestro Señor Jesucristo.
En este gran día para todos nosotros como católicos, deseosos de fidelidad a las promesas del Sagrado Corazón de Jesús, pidamos con insistencia la gracia de la perseverancia y en especial la gracia de la certeza del triunfo final.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confiamos.
En la siguiente foto, vemos la sala de la casa del Dr. Plinio en el barrio Higienopolis de Sao Paulo, Brasil. En este lugar su madre, Doña Lucilia, le enseñó a rezar y le inculcó esta hermosa y santa devoción.