La eficacia ¿sobrenatural? de los rituales amazónicos
Néstor Martínez InfoCatólica 18.06.19
En el numeral 87 del instrumento de trabajo para el próximo sínodo sobre la Amazonia, tal como se ha publicado aquí en Infocatólica, se puede leer lo siguiente:
“87. Los rituales y ceremonias indígenas son esenciales para la salud integral pues integran los diferentes ciclos de la vida humana y de la naturaleza. Crean armonía y equilibrio entre los seres humanos y el cosmos. Protegen la vida contra los males que pueden ser provocados tanto por seres humanos como por otros seres vivos. Ayudan a curar las enfermedades que perjudican el medio ambiente, la vida humana y otros seres vivos.”
Todos los resaltados en negrita son nuestros.
Aparte de todo lo que se presenta como alarmante en este sínodo, en el cual podríandarse pasos hacia el fin del celibato sacerdotal obligatorio, así como hacia el sacerdocio femenino, ese párrafo se lee como atribuyendo una eficacia real a los rituales y ceremonias indígenas.
Eso ya es bastante, pero surge la pregunta de cuál es la fuente revelada para esa afirmación ¿la Escritura, la Tradición?
Por otra parte, si esa eficacia real existe ¿cuál es su causa? ¿Es natural o sobrenatural? No parece que sea natural, ni que la ciencia tenga alguna hipótesis explicativa de la misma. Y entonces, si es sobrenatural, sólo puede ser divina, angélica o demoníaca. Como se ve, es de vital importancia saber, en todo caso, de cuál de las tres se trata, o en definitiva, de las dos.
Y si se responde que dados sus buenos efectos esa causa no puede ser demoníaca, dejando pasar esa afirmación que tampoco se puede hacer en forma absoluta, porque el demonio puede muy bien darnos bienes temporales a cambio de nuestra condenación eterna, el hecho es que volvemos a lo mismo ¿cuál es la fuente revelada para esa afirmación? ¿Dónde consta en la Escritura o la Tradición de la Iglesia que los rituales de los indígenas amazónicos tienen esa eficacia debida a la acción de Dios o de sus ángeles?
En realidad, la actitud tradicional de la Iglesia ante ese tipo de rituales ha sido, por decir poco, de extrema desconfianza, comenzando por el dicho patrístico: “Omnes dii gentium daemonia”: todos los dioses de los gentiles (paganos) son demonios.