
“Pero, por su propia naturaleza, Rusia, como potencia termonuclear, constituye un peligro mayor para el mundo que cualquier otra nación. De hecho, para llevar a cabo sus planes, las fuerzas del desorden y de la revolución, por su propia naturaleza, son menos reacias (si es que lo son) que las fuerzas del orden a recurrir a la destrucción. La tendencia normal de un ladrón emboscado en una carretera es atacar. Su víctima no debe luchar sino huir. Así que el riesgo de que los soviéticos o los chinos desaten una catástrofe atómica es mayor que el de cualquier nación occidental.”
*Trasbordo ideológico inadvertido y diálogo*
(1971)
Plinio Corrêa de Oliveira