La vocación específica de la TFP: combatir la guerra psicologica revolucionaria, la principal táctica de conquista del comunismo en nuestros días

En su reciente libro “La réplica de la autenticidad” (Editora Vera Cruz, São Paulo, diciembre de 1985, 349 P.P.), el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira, Presidente de la TFP brasileña e inspirador de las demás TFPs cohermanas y autónomas existentes en cuatro continentes, expresa: 

“Pero, ¿cuál es el tan alto llamado de esta alegada vocación de la TFP? Importa ser absolutamente claros a tal respecto:

1. Es opinión corriente entre los entendidos, que la embestida de la guerra psicológica revolucionaria, principal táctica del imperialismo comunista moderno, constituye hoy una verdadera arma de guerra, tan genuina como la artillería, la infantería o la aviación, tan desleal cuanto el espionaje y aún más peligrosa que éste.

2. En efecto, el éxito de esa guerra psicológica revolucionaria consiste en la conquista de una parte de la opinión pública para el comunismo, en la paralizacion de otra por medio de la absorción total, artificialmente provocada, de la gran mayoría de ella, en asuntos particulares (con la consecuente ausencia de celo y vigilancia por la causa publica), y por la tentativa de dividir, aislar bajo una tempestad incesante de calumnias, y por el desánimo, a los pocos que resistan.

Una vez alcanzado este siniestro resultado, la Patria queda imposibilitada de reaccionar contra la agresión externa soviética y/o contra la revolución socioeconómica comunista a mano armada.

Y la victoria de la ofensiva soviética acarrea la destrucción de la civilización cristiana, así como la persecución atroz contra todo lo que en la Iglesia no se identifique con el progresismo y la Teología de la Liberación. Sin hablar de la pérdida de la independencia nacional en beneficio de Moscú.

3. Es comprensible que socios y cooperadores de la TFP, en esta coyuntura supremamente crítica, consideren que el país esté en un peligro mucho mayor que si algún punto de sus fronteras hubiese sido invadido y una parte de su territorio ocupada por un agresor externo. Y que, en esas condiciones, se ufanen de consagrar a la pacífica y legal actuación anticomunista promovida por la entidad, el tiempo y el esfuerzo que todo buen compatriota no negaría a la Patria en el caso de una agresión extranjera.

4. Lo que tanto más los urge y los anima cuanto que presencian a todo momento la marea creciente de esa ofensiva psicológica contra la Patria y la civilización cristiana. Y la negligencia —cuando no la complicidad— de tantas figuras exponentes de cierto alto capitalismo, de cierto clero, de importantes sectores universitarios y órganos de comunicación social, ante la embestida que sopla por todo el país.

¿Fantasía de la TFP? “Inocentes útiles”, “compañeros de ruta”, etc.: ¿quién no ha oído hablar de ellos en nuestros días, a lo largo de nuestro país y del mundo?

5. Focalizando aún más directamente el aspecto religioso del problema, es todavía más comprensible que, en cuanto católicos, los socios y cooperadores de la TFP desempeñen con espíritu de Fe y con una dedicación de inspiración religiosa esa patriótica actuación contra el enemigo máximo de la Iglesia en nuestros tiempos. Porque ellos ven en esa verdadera Cruzada del siglo XX una eminente forma de sacralizar el orden temporal, tarea propia de los laicos católicos, para la cual los convocó el Papa Pío XII en su célebre Alocución a los participantes del II Congreso Mundial para el Apostolado de los Laicos, el 5 de octubre de 1957: “Las relaciones entre la Iglesia y el mundo exigen la intervención de los apóstoles laicos. La ‘consecratio mundi’ (sacralización del mundo) es, en esencia, obra de los propios laicos, de hombres que están íntimamente ligados a la vida económica y social, que participan del gobierno y de las asambleas legislativas” (Alocución a los Participantes del II Congreso Mundial para el Apostolado de los Laicos, Documentos Pontificios, No. 127, Voces, Petrópolis, 1960, p. 18).

6. ¿No es digno de aplauso que un gran número de jóvenes ahorre hasta las migajas de su tiempo disponible, o aún más, dedique su tiempo integral para estudiar y actuar de modo a enfrentar, dentro de la ley y del orden, al enemigo insidioso de la soberanía nacional, de la civilización cristiana y de la propia Iglesia? ¿Y esto, precisamente en una época en que tantos y tantos jóvenes desperdician el tiempo en ocupaciones menos nobles o hasta francamente condenables?” 


Nota del Editor:

Al abordar en este capítulo de su libro el tema de la guerra psicológica revolucionaria, el Profesor Corrêa de Oliveira cita una abundante bibliografía sobre el tema. A modo de ejemplo, destacamos “Propaganda and Psychological Warfare”, de Terence H. Qualter; “La Guerra Psicológica”, de Maurice Mégret; “La subversión”, de Roger Mucchieli y “Guerra Revolucionaria”, de Hermes Araújo O.

Respecto de la misión específica de los laicos católicos en la sociedad temporal, transcribe, en nota al pie de página, trechos de “Apostolicam Actuositatem”, documento del Concilio Vaticano II.

https://www.pliniocorreadeoliveira.info/ES_198512_la_vocacion_especifica_de_la_tfp.htm
Previous post ¿ÍDOLO O IMAGEN?
Next post RESISTENCIA

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social profiles
WhatsApp chat